A un país que nos enamoró con sus paisajes y su ambiente, con sus canales de aguas verdosas y turbias, sus interminables parques de verdes prados con sus picnics, su arte y su historia, sus bicicletas con prioridad por encima de cualquier otra cosa, sus mercados, su incomprensible idioma y su seriedad, sus trenes y autobuses con wifi, su curioso sentido de la limpieza, con calles bien cuidadas pero con vagones de tren llenos de basura hasta los topes, su gente de impecable rectitud durante el día pero completamente desatada por la noche, sus cervezas de tamaño perfecto (porque para qué vas a conformarte con un tercio pudiendo tomarte medio litro), sus quesos, galletas y todo tipo de dulces. Dedicado a Holanda.
Llegábamos a la ciudad de Leiden después de una buena ruta recorriendo Keukenhof. Anabel nos traía hasta la ciudad donde cursaba sus estudios y por tanto donde solía vivir durante el curso. El Sol seguía haciéndonos compañía, y eso fue algo que marcaría una brillante tarde de domingo.
Leiden era la ciudad donde nació Rembrandt o donde René Descartes y Albert Einstein realizaron parte de sus investigaciones. A escasos 40 km de Amsterdam, Leiden tenía en común con la capital del país el enorme número de canales y su distribución en forma circular.
Cuando comenzamos a preparar la ruta que haríamos por Holanda, decidimos consultarlo con Iban. Ya que el vivía allí, sería la mejor fuente de información para proponernos algún plan original. Mmm, ¿ruta de museos? Interesante, pero nosotros somos muy poco de esas cosas. ¿Jardines de flores al aire libre? eso suena mejor… ¿Como se llama? ¿Keukenhof? Echemos un ojo a la web, a ver si nos inspira…
Arnhem todavía escondía alguna que otra sorpresa más. No nos quedaban muchas más oportunidades de pasear por la ciudad puesto que los pocos días que nos quedaban en Holanda relegaban a Arnhem a una función poco más que de alojamiento de aquí en adelante. Con todo lo que llevábamos visto hasta el momento quedaba más que consolidado el aprecio que ya le teníamos, como llevo repitiéndoos una y otra vez en cada artículo, pero aún nos quedaba pendiente un último recorrido por la orilla del río que baña la ciudad: el Rin.
Otro lugar imprescindible en la ciudad de Arnhem que se merece una revisión en solitario es el inabarcable parque Sonsbeek. Este parque comienza en el propio centro de la ciudad, pero se extiende a lo largo de kilómetros y kilómetros de campos, bosques, lagos y riachuelos siendo muy difícil (por no decir imposible) recorrerlo a pie en una tarde, como era nuestra intención.