Hace unas semanas, los compañeros de GaliciaTB y nosotros tuvimos la oportunidad de recorrer las cubiertas de la Catedral de Santiago y adquirir otra perspectiva más original acerca de la historia de este icónico edificio.
Id buscando un lugar cómodo, preferiblemente en una buena butaca o sofá (y si es con un cafecito o té en la mano, mejor) ya que vamos a dar un pequeño paseo por la Catedral a través de sus tejados y paredes para conocer algunas historias y detalles que sus casi mil años han podido atestiguar.
Era el de las 12 y media, por lo que teníamos que estar en la parada a tiempo ya que era el único que reunía las características necesarias para nuestro viaje de hoy. Eso era al menos lo que nos habían dicho… ¿Un autobús equipado con condensador de fluzo? ¿De verdad? A riesgo de pecar de ingenuos, asumimos el riesgo, nos vestimos como mejor pudimos para poder pasar desapercibidos como unos simples campesinos y nos lanzamos a comprobarlo…
Continuamos recorriendo Cangas con los compañeros de GaliciaTB. Esta vez llega el momento de visitar la antigua fábrica conservera de Masso, dar un paseo por el bosque encantado de la finca del Conde de Aldán, admirar el cruceiro y la iglesia de Hío y acabar con un pequeño paseo en medio de un temporal por punta Robaleira y cabo Home. ¿Te apuntas a venir con nosotros?
A estas alturas, después de llevar visitados ya tantos rincones por todo el territorio gallego, coche para arriba, coche para abajo, por fin llegaba la oportunidad de jugar en casa y ejercer un poco de profetas en nuestra tierra. La ruta que finalmente habíamos conseguido montar en Cangas para dar a conocerla a todos los miembros de GaliciaTB que se animaran a apuntarse iba a ser realidad. Sobre todo si teníamos en cuenta lo malas que eran las fechas escogidas, en plena fase de arranque de temporada estival. Era este un factor que en una zona costera como Cangas podía resultar crítico…
Pues si, hay lugares a los que es inevitable volver una y otra vez. De hecho, supongo que es lógico que todos acabemos yendo en repetidas ocasiones a los mismos lugares y que no por ello acabe siempre contándolo en este blog. Unas veces porque no llevo la cámara o simplemente ese día no me apetece sacar fotos. Otras porque tal vez no sepa que puedo contar a estas alturas que no haya contado ya. Pero en aquella ocasión, cuando llegué a casa después de pasar un fin de semana en Ribadavia y revisé con calma el material que se había ido acumulado en mi tarjeta SD, me di cuenta de que la entrada que había publicado tiempo atrás se había quedado muy corta para describir esta nueva experiencia.