Covadonga es la antesala asturiana de los Picos de Europa, en el norte de España. Un santuario religioso que no solo se conforma con rendir culto a su patrona si no que además se ubica en un paraje natural agreste y montañoso que deja unas vistas impresionantes. Si además hay una cueva y una buena historia de guerras y conquistas, ¿que más le puedes pedir?
Entre Getxo y Portugalete, sobre el Nervión, se encuentra el puente colgante más antiguo de su categoría que continua en funcionamiento. La barcaza de madera que en pasado se suspendía en el aire sujeta por cables es ahora más grande, más robusta y de metal. Eso, quieras que no, le da más empaque y seguridad para completar airosos el breve viaje sobrevolando el Nervión, tan ancho y caudaloso él a su paso por esta zona en su desemboque en el Cantábrico.
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Por fin el calor comenzaba a hacerse notar en el ambiente después de una primavera de lo más alocada en lo que al tiempo se refería. Lluvias, frio, temporales y quien sabe cuantos otros fenómenos meteorológicos más que ahora ni recuerdo, habían protagonizado nuestra primavera particular. La carretera y el buen tiempo nos habían llevado en esta ocasión hasta Alcalá de Henares, ciudad que de tanto oírla nombrada en boca de otros, retumbaba en mi cabeza como un más que probable destino en el que teníamos que recaer la próxima vez que fuera necesario volver a la capital española.
Poder sobrevolar los paisajes que habíamos recorrido previamente en coche o a pie iba a ser un auténtico lujo. O al menos así era como yo visualizaba en mi cabeza la experiencia que estábamos a punto de iniciar a medida que recorríamos a pie el sendero que rodeaba la playa de Barinatxe. El cielo se llenaba ya de parapentes de todos los colores que aprovechaban el excelente viento que hacía, suave y formando corrientes propicias para conseguir que ese amasijo de tela e hilos se suspendiera en el aire… En ese preciso momento volvía a acordarme de mi maldito miedo a las alturas…
Castro Urdiales es nuestra última parada que nos encontramos en nuestro trayecto antes de dejar atrás Cantabria y dar el salto al País Vasco. Aunque todavía no habíamos visto gran cosa de Cantabria ya que teníamos como objetivo cubrir primero el Pais Vasco, Castro Urdiales era la parada perfecta antes de comenzar el recorrido por el territorio vascuence. Era una tarde prometedora para disfrutar del centro de Castro Urdiales y ésto solo acababa de empezar!