En estas fechas de cenas, juergas y reencuentros con amigos y familiares, el tiempo para las escapadas parecía quedarse corto cuando revisamos el calendario. Queríamos disfrutar de algún viaje pero sin renunciar a pasar algo de tiempo con nuestra gente, por lo que tocaba hacer malabarismos con las fechas. Para ello, necesitábamos un destino razonablemente cercano, y fue cuando nos dimos cuenta de que teníamos una capital europea que ninguno de los dos conocíamos aún, a muy poca distancia: Lisboa.
Hola! Soy Millán y me encantan los viajes, la fotografía y la historia. La naturaleza, las grandes urbes o los pueblitos encantadores son algunas de mis debilidades donde no paro de patear y disparar fotos por cada rincón. Aunque empecé este blog cuando viajaba solo, ahora Made me acompaña en la mayoría de mis viajes, por lo que ella ha pasado a formar una parte ya esencial de este proyecto viajero.
¡Formamos un buen equipo! Compartimos gustos pero con distintos puntos de vista lo que nos permite que al volver de nuestros viajes podamos contártelo todo y puedas conocer otras maneras de disfrutar los lugares que hemos visitado. Así podrás revivirlos con nosotros a través de nuestras experiencias y fotos.
Ya estamos preparando nuestros próximos proyectos, ¿Te apuntas?

Un recorrido por los rincones de Madrid
Desde los enclaves más conocidos a los rincones más desapercibidos de la capital española.

Senderismo en el lago de Sanabria
Senderismo, camping y chapuzones en un paraje natural incomparable.

Viajando a través de la II Guerra mundial
Viajando a través del más importante y horrible conflicto mundial del siglo pasado.

La verdísima Ribeira Sacra
El enorme pulmón verde en pleno corazón del interior de Galicia.
Últimas entradas
Cada vez que llegábamos al centro de Berlín y nos movíamos por la zona, siempre nos la encontrábamos. Al salir del metro en Alexanderplatz y caminar un poco por las calles de alrededor de repente aparecía al dar la vuelta a la esquina. Si recorríamos la zona conocida como la isla de los museos, sus cúpulas verdes aparecían al fondo. Incluso si de noche salíamos a bebernos unas cervezas al aire libre, en alguno de los jardines de la ciudad a orillas del río Spree, las luces artificiales de Berlín la iluminaban. Todos los días que estuvimos en la capital alemana pasamos por delante de ella, y llegaba el momento de detenernos a sus pies, buscar un hueco en su parque y sentarnos a descansar de tanta pateada bajo la sombra de la catedral de Berlín.
Mucho, mucho antes de que la capital alemana se llenara de historias y leyendas relacionadas con guerras mundiales, movimientos políticos totalitarios o enfrentamientos entre capitalistas y comunistas, Berlín y su entorno cercano fueron escenario de otros grandes eventos históricos que conmocionaron a una Europa sumida en múltiples batallas internas.
Queríamos comenzar a sumergirnos en la historia de la ciudad y para ello fue necesario tomar la linea S1 del metro de Berlín para poder alcanzar el epicentro del que fue uno de los periodos históricos más gloriosos de la antigua Alemania: Potsdam.
Volvíamos una vez más a disfrutar de las maravillas que la Península del Morrazo ofrece y de las que nunca nos aburrimos. En una de las últimas ocasiones en las que estuvimos en Donón aprovechamos para revisitar el entorno de Cabo Home, y sobre todo la zona en torno a la popular estatua de la caracola. Esa había sido nuestra elección para contemplar una buena puesta de sol entre amigos.
Acabábamos de dejar las maletas en nuestro camarote del barco en el que nos alojaríamos estos días y arrancábamos el día tomando el metro hacia el centro de Berlín para comenzar a conocer la ciudad. Durante el trayecto decidimos la ruta a seguir en el primer día y optamos por una ruta de reconocimiento, ya que todavía estábamos abrumados por las inabarcables dimensiones de la que es una de las ciudades más pobladas y extensas de Europa.
Se percibe todo como algo lejano, perdido ya en los confines del tiempo. Se siente en cada muro de hormigón, que no ha podido resistir el paso del tiempo y la maleza ha acabado desgarrandolo lentamente con el transcurrir de los años como si fuera papel. Las trincheras, más escondidas aún entre montículos de tierra y césped de desmesurada altura, permanecen como testigos silenciosos del paso de cientos de soldados agazapados en ellas. Las baterías antiaéreas son ahora simples ventanas panorámicas que permiten ver la inmensidad del mar a través de una alargada y estrecha rendija por la que un siglo atrás se asomaba un alargado cañón de la enorme metralleta que escupía balas de enorme calibre a una velocidad endiablada, para derribar a cualquier avión que osara acercarse tan siquiera a pocos metros de tierra.
Mis compañeros de GaliciaTB y yo nos hemos lanzado a organizar una exposición fotográfica con fines solidarios. Dado que es mucho el material fotográfico que todos hemos llegado a acumular a lo largo de nuestros viajes y experiencias varias, hemos podido recopilar y preparar una selección muy especial de fotografías con un gran significado para cada uno de nosotros.
Y es esa recopilación de 53 fotos aportadas por los 14 blogs que nos hemos unido, las que expondremos a partir del próximo Sábado a las 12:00 del mediodía y durante todo el mes en el CAFÉ AIRAS NUNES de Santiago de Compostela (Rúa do Vilar, 17 ).
A los fornidos agentes aduaneros alemanes y a sus simpáticos y tiernos perritos que nos obsequiaron con una cálida visita de madrugada en nuestro compartimento del tren entre Amsterdam y Berlín. Gracias! Sin vosotros nunca nos hubiéramos sentido tan protegidos! [Sarcasmo OFF]
En la Amsterdam Centraal Station éramos bastantes los viajeros con mochilas a cuestas que nos concentrábamos en torno a la indicación del andén de donde iba a salir el tren que cruzaría media Europa. Aún no había llegado y todos nos sentábamos donde buenamente podíamos, preparándonos mentalmente para muchas horas en un viaje nocturno. El tren, que para más señas se llamaba Kopernikus, estaba a punto de salir y se pasaría toda la noche de estación en estación hasta llegar a su destino final en Praga, aunque nosotros teníamos previsto apearnos antes. Berlín nos esperaba.
Se nos acaba Holanda y llega el momento de poner el fin con un nuevo video que resume algunos de los lugares que os hemos ido contando las últimas semanas. F-la, con su tema Free at last, pone la nota musical.
Disfrutadlo!
http://youtu.be/jejfLoXaSAE&w=800
Por cierto, si quereis echarle un ojo a alguno de los lugares que pudimos visitar en nuestro recorrido por el país, aquí tienes una recopilación de los enlaces:
- Amsterdam: Curioseando en la Plaza Dam
- Amsterdam: buscando el Begijnhof y la plaza Spui
- Amsterdam: De compras en el mercado de las flores
- Amsterdam: En las coloridas calles del barrio rojo
- Amsterdam: En el barrio de Jordaan
- Amsterdam: De camino al Vondelpark
- Amsterdam: Bajo el sol en la museumplein del Rijksmuseum
- Amsterdam: Videoresumen
- Arnhem: De vuelta en mi ciudad favorita de Holanda
- Arnhem: una tarde en el mercado
- Arnhem: en el enorme Sonsbeek park
- Arnhem: A la orilla del río Rin
- A la caza y captura de tulipanes en Keukenhof
- Leiden: de terraceo por la ciudad-llave holandesa
- Utrecht: más canales e iglesias en una ciudad muy animada
- Bicicletismo: Toda Holanda se mueve en bicicleta
Las bicicletas son un tema que me estaba pidiendo a gritos un artículo aparte. Holanda, y más concretamente Amsterdam, es conocida por ser una ciudad bike-friendly, en definitiva, que toda la ciudad está preparada para la circulación de éstas, disponiendo de carriles exclusivos en la mayoria de calles y de total prioridad sobre peatones y otros vehiculos. En el ámbito global de la ciudad ésto facilita la circulación, reduciendo el número de coches y por tanto la contaminación y el ruido de motores y fomenta un ambiente más agradable, además del toque de encanto que añade. Pero en el centro histórico de Amsterdam se alcanzan cotas de saturación propiciadas por sus calles estrechas que impiden la convivencia de peatones, coches y bicicletas en un mismo espacio. A este coctel hay que añadirle el factor turismo.