Hubo que esperar cerca de diez años para poder disfrutar una vez más de uno de los espectáculos más poco frecuentes que la presencia en este planeta nos brinda. Un fenómeno ahora comprensible y por tanto disfrutable gracias al trabajo de gente como Copérnico, Képler o Galileo que se tomaron la molestia de estudiar, demostrar y posteriormente defender a costa de sus vidas por decir cosas tan triviales hoy día. Fueron diez años pero, una vez más, la Luna volvió a cruzarse entre el Sol y la Tierra en un intento mas de eclipsar la omnipresencia del astro Sol aunque solo fuera durante un breve periodo de tiempo…
Hola! Soy Millán y me encantan los viajes, la fotografía y la historia. La naturaleza, las grandes urbes o los pueblitos encantadores son algunas de mis debilidades donde no paro de patear y disparar fotos por cada rincón. Aunque empecé este blog cuando viajaba solo, ahora Made me acompaña en la mayoría de mis viajes, por lo que ella ha pasado a formar una parte ya esencial de este proyecto viajero.
¡Formamos un buen equipo! Compartimos gustos pero con distintos puntos de vista lo que nos permite que al volver de nuestros viajes podamos contártelo todo y puedas conocer otras maneras de disfrutar los lugares que hemos visitado. Así podrás revivirlos con nosotros a través de nuestras experiencias y fotos.
Ya estamos preparando nuestros próximos proyectos, ¿Te apuntas?
Un recorrido por los rincones de Madrid
Desde los enclaves más conocidos a los rincones más desapercibidos de la capital española.
Senderismo en el lago de Sanabria
Senderismo, camping y chapuzones en un paraje natural incomparable.
Viajando a través de la II Guerra mundial
Viajando a través del más importante y horrible conflicto mundial del siglo pasado.
La verdísima Ribeira Sacra
El enorme pulmón verde en pleno corazón del interior de Galicia.
Últimas entradas
Con las fuerzas aliadas asediando Alemania por diversos frentes, las fuerzas nazis comenzaban a darse cuenta de que podían perder la guerra que habían empezado en los delirios de grandeza y de conquista de Europa de un crecido Adolf Hitler. Una vez finalizado el enfrentamiento, todo parecía haber acabado y llegaba el momento de reconstruir todo un país. Nada más complicado para un pueblo diezmado por la tragedia del conflicto. Es sabido que los vencedores son los que escriben la historia y en esta situación no iba a ser distinto. Franceses, ingleses, americanos y soviéticos tenían la pluma preparada en la mano e iban a comenzar a redactar lo que sería una interpretación personal de como debería ser la «nueva Alemania» según cada uno de ellos. ¡Comenzamos con un nuevo repaso a la historia!
La omnipresente torre de televisión de Berlín aparecía siempre en casi cualquier foto que tomábamos, independientemente de donde estuviéramos. Si subíamos al Bundestag, la torre aparecía entre los edificios, destacando con su brillante cúpula. Cuando nos dábamos la vuelta después de admirar la Puerta de Brandenburgo, asomaba tímidamente detrás de la primera esquina. Cuando paseábamos bajo el amparo de la oscuridad de la noche por las calles de Berlín, no era raro que sus luces blancas y rojas se dejaran ver en algún momento. Era evidente que era la construcción más alta de la ciudad, pero ¿era necesario que nos lo recordara a cada momento? Pues esto no podía quedar así! Ya que el único sitio desde el que no se podía ver la torre de TV era la propia torre, era el momento de subir a ella y ver el resto de la ciudad desde las alturas sin que la misma torre fuera la protagonista y tomara ahora el rol de plataforma de observación.
Amanecía después de nuestra primera noche en Lisboa. El hostel en el que nos hospedábamos había cumplido con nuestras expectativas, sobre todo en relación al precio que habíamos pagado por él. La habitación doble nos salía en 26€ cada noche y disponíamos de un pequeño aseo privado y televisión, más de lo que solemos disfrutar habitualmente. Por si fuera poco, la atención fue muy buena y las condiciones de limpieza óptimas, que es lo único en lo que si solemos ser exigentes en este tipo de alojamiento.
Posiblemente una de las mejores cosas que hicimos en la planificación de nuestra visita a Berlín fue la elección del hostel. Entre las muchas opciones que nos brindaba la ciudad, nos arriesgamos a reservar habitación en el que era probablemente la opción más extravagante de las que se nos presentaron: un hostel flotante. Ya os podéis imaginar las dudas que nos suscitó el plantearse pasar varias noches en una habitación sobre el agua ¿Dormiré bien con tanto meneo? ¿No habrá mucha humedad? ¿Nos entrarán patos por la ventana?
Algunas de las más simbólicas y a la vez esperpénticas exhibiciones de la supuesta superioridad aria de la Alemania de Adolf Hitler tuvieron como escenario principal el Estadio Olímpico. De sobra conocido era el ahinco con el que Adolf se esforzaba en demostrarle al mundo que la raza alemana era superior a cualquier otra y muchos fueron los momentos críticos en los que intentó que así fuera. Con el estadio como protagonista comenzamos un repaso de algunos de esos momentos históricos. Comenzamos!
La visita al Bundestag acababa de ponernos en antecedentes históricos en relación al movimiento nazi y sus posteriores consecuencias, por lo que no dudamos en documentarnos un poco más. Llegado este momento, era hora de poner un poco de orden en nuestras cabezas acerca de todos los convulsos acontecimientos que tuvieron lugar solo unas cuantas décadas atrás y nos estábamos dando cuenta de lo poco conscientes que eramos de ello. Volvimos a cruzar la Puerta de Brandenburgo y cuando levantamos la vista hacía lo alto de este símbolo de la capital alemana una vez más, lo que vimos a partir de ese momento era ya completamente distinto…
Cuando cruzamos los arcos de la puerta de Brandenburgo, buscábamos un edificio con cúpula que tuviera suficiente entidad para llamar la atención a simple vista. Pues no, desde la posición en la que nos encontrábamos, el Bundestag pasaba lo suficientemente desapercibido como para que no nos percatáramos de que estaba a nuestra derecha. No fue hasta que caminamos en esa dirección, que nos dimos cuenta de que aquel edificio que, de perfil, parecía tener menores dimensiones de las reales, tenía una cúpula en su parte superior que reunía precisamente las características del que era nuestro siguiente objetivo. Caminamos hacia él y la gran extensión de la explanada que comenzaba a aparecer nos indicaba ya a donde debíamos dirigirnos para poder ver, ya de manera completa, el edificio del Parlamento alemán…
Dejábamos atrás el Pazo de Oca y nos poníamos rumbo a otro lugar, probablemente más desconocido para aquellos que llegan a A Estrada de visita, pero muy relevante para sus habitantes: el areal de Berres.
La lista de lugares que visitar en Galicia es interminable. Paraísos en forma de playas de dorada arena o grandes masas forestales en forma de bosques copan muchos de los primeros puestos de esa lista. Por eso, cuando a alguien le dices que debería dedicar al menos una mañana o tarde para pasarse por A Estrada, es inevitable que te pregunten: ¿Pero que se nos ha perdido ahí? Pues amig@s, no tenéis ni idea de lo que os podéis estar perdiendo!
Una de las razones por las que acercarse a A Estrada es puramente logística: su ubicación. Está lo bastante cerca de Santiago de Compostela como para poder planificar una escapada si estás pasando unos días por la capital gallega (al fin y al cabo, es inevitable que si te acercas hasta Galicia, no pases por ella…).