Cracovia, como buena ciudad que se precie, tiene en su centro de la ciudad un edificio emblemático que destaca sobre el resto ya que además asoma por detrás de los edificios del centro tímidamente. El castillo de Wawel es símbolo de la ciudad y foco de muchas leyendas que te voy a contar a continuación.
Otro año más estamos de nuevo en plena semana santa, algo que además empieza a ser también un clásico de este blog ya que siempre aprovechamos estos días festivos (sobre todo si con suerte también estáis disfrutando de vacaciones) para repasar alguna celebración relacionada con estas fechas. Además, este año llega más temprano que otras veces (cosas de los plenilunios, algoritmos varios de la iglesia y quien sabe que más cálculos oscuros y ocultos llevados a cabo en alguna profunda y oscura sala del vaticano…).
Por todo esto y por intentar variar un poco respecto a las celebraciones en territorio español, esta vez nos vamos al extranjero (pero muy cerca, tampoco os vayáis a creer…) a ver como son estas fiestas en la vecina Portugal y más concretamente en Braga, la capital religiosa del país luso.
Castro Urdiales es nuestra última parada que nos encontramos en nuestro trayecto antes de dejar atrás Cantabria y dar el salto al País Vasco. Aunque todavía no habíamos visto gran cosa de Cantabria ya que teníamos como objetivo cubrir primero el Pais Vasco, Castro Urdiales era la parada perfecta antes de comenzar el recorrido por el territorio vascuence. Era una tarde prometedora para disfrutar del centro de Castro Urdiales y ésto solo acababa de empezar!
El Cabo Fisterra marca el fin del mundo antiguo, antes de que otros continentes y tierras lejanas allende los mares comenzaran a hacer su aparición en los mapas. Su propio nombre lo deja bien clarito: Finis Terrae, el fin de la tierra. Definitivamente no engaña a nadie. Además de todo ello, este recóndito lugar en tierras gallegas es también el final del Camino de Santiago, al menos de una manera más simbólica que la propia llegada a la Catedral de Santiago. ¿Porque? !Comprobémoslo!
Anteriormente, en Polonia, que hermosa eres…: Después de haber superado unos días de inmersión cultural a cascoporro en Varsovia y habernos familiarizado con la idiosincrasia polaca con la ayuda de nuestros amigos Jose y Cris, dejábamos atrás la capital oficial de Polonia para alcanzar la otra capital del país, una más cultural, artística y bohemia… Cracovia.
Maldeciremos durante años el condenado momento en el que tomamos aquella puñetera decisión. Estando en la estación de tren de Varsovia, no nos lo pensamos dos veces a la hora de escoger que tren tomar para ir a Cracovia y continuar nuestro trayecto: el más barato.
Total, solo era un viaje de 3 horas y media, solo media hora más que el tren rápido y costaba la mitad. El coste compensaba el tiempo, ¿verdad? Pues se ve que alguien conjuró en nuestra contra algún mal de ojo en combinación con alguna mala alineación de planetas para que nos encontráramos precisamente un domingo por la tarde esperando para tomar el tren más económico que llevaba a la ciudad universitaria más cercana que era, como no, Cracovia…
Puro caldo de cultivo de estudiantes universitarios volviendo después de pasar un fin de semana en casa… En cuanto llegó el tren, los cientos de estudiantes que nos rodeaban con sus maletas se apresuraron a apelotonarse en las puertas del tren y nosotros no pudimos hacer nada más que sumarnos a ellos (o dejarnos arrastrar, para ser más precisos), ya que ese era también nuestro tren.