Andalucía sur – Día 5: Utrera, conociendo el campamento base
Fue el refugio donde nos levantábamos temprano cada mañana para ponernos en marcha. Donde cada noche volvíamos agotados para recuperar fuerzas y preparar la siguiente excursión. Así fue durante cuatro intensos días, recorriendola o demasiado temprano o demasiado tarde para conocerla. Utrera.
La única excusa que nos permitió los primeros días pasear un poco por ella era sacar a pasear la perra de nuestro anfitrión en la distancia Iván, cada mañana y cada noche mientras él no volvía a casa. La que nosotros habíamos «okupado».
No fue hasta el quinto día cuando descansamos. Por una vez no madrugaríamos ni cogeríamos el coche. Por una vez nos levantaríamos tarde y saldríamos a pasear, nos sentaríamos en una terraza, y simplemente nos pediríamos unas cervezas bien fresquitas.
Utrera no es muy extenso, pudiendo recorrerse el centro a pie con bastante facilidad. La ciudad dispone de muchas zonas abiertas como parques y grandes avenidas y plazas. Entre unas y otras son muchas las calles estrechas que las comunican, con fachadas de múltiples colores y gran variedad de plantas colgando de ellas.
El verdadero centro de Utrera se encuentra en la Plaza del Altozano, donde la gran mayoría de las terrazas dan cobijo bajo la sombra de las sombrillas para resistir el calor sofocante de los últimos coletazos del verano. De noche cobra más vida aún si cabe al ser el punto de encuentro común de los utreranos y al estar bastante restringido el tráfico para llegar hasta aquí, lo que hace de esta plaza una zona aislada del bullicio del tráfico y por tanto un lugar idóneo.
Utrera dispone de su propio castillo, que si bien no destaca por su gran tamaño, su ubicación elevada en el mismo centro de la ciudad lo convierte en un excelente lugar desde donde tener una buena panorámica de Utrera. También es símbolo permanente al poder verse desde casi cualquier punto de la misma. Otros símbolos que asoman en el perfil de la panorámica de Utrera son las Iglesias de Santa María de la Mesa y la de Santiago el Mayor.
Como no podía ser menos, al igual que sus vecinas ciudades, tiene una larga historia de cristianos y musulmanes peleándose por sus calles, destacando el hecho de que hace 5 siglos llegó a ser una de las ciudades más prosperas del sur, estando solo por detrás de Sevilla.
La historia de la ciudad también está ligada sobremanera a la Iglesia Católica lo que explica el gran número de iglesias y conventos que conforman el conjunto de edificaciones que le otorgan la categoría de Bien de Interés Cultural.
Hay diversos personajes públicos con origen en Utrera, pero si alguien ha hecho más que nadie por popularizar la ciudad, esta ha sido Usun Yoon, conocida por sus característicos rasgos andaluces y un cerrado acento típico de una oriunda utrerana como es ella.
Como toda buena ciudad andaluza que se precie, en los alrededores se organiza cada año la feria grande, la que casualmente (ejem, ejem…) coincidió con nuestro fin de semana. ¿Casualidad? Ya sabéis la respuesta…
En el próximo post, nos vamos de feria!
Y con este, van cinco días de una ruta que comenzó aquí. Las fotos, donde siempre.
Utrera, Sevilla
Septiembre 2012