Ginza: Del pescado al lujo en pocos metros

Ginza

Bienvenid@s a Ginza!

Ginza es uno de los barrios más importantes de la ciudad de Tokio, en Japón. Es un lugar cuya visita se considera imprescindible en todas las rutas turísticas de la ciudad, y no es para menos debido a los distintos puntos de interés que ofrece. Tsukiji es uno de los distritos cercanos a Ginza que es conocido mayormente por su mercado de pescado. Debido a la cercanía con el centro de Ginza fue sencillo encajarlo en la ruta de visitas del día, pero dado que el mejor momento de visitar el mercado es a partir de las cuatro de la mañana, era inevitable el madrugón correspondiente si no queríamos llegar tarde.

El mercado de Tsukiji es el más importante del país, y es donde la gran mayoria de las capturas pesqueras de esta zona de Japón se llevan a subasta destacando por supuesto la subasta de los grandes atunes. Era necesario coger el primer metro de la mañana para llegar a tiempo desde Asakusa, donde teníamos montado el campamento base de nuestra expedición. El problema fue averiguar que las lineas de metro no empezaban a funcionar tan temprano, por lo que para cuando llegamos a Tsukiji nos toco correr si no queríamos perdernos la subasta.

Tsukiji Market

Tsukiji Market: No sabía el destino que le esperaba…

Tsukiji Market

Tsukiji Market: Manteniendolo todo limpito

Nada sienta mejor por la mañana que una buena carrera, sobre todo si era de obstáculos, ya que las prisas para no llegar tarde se sumaron a la urgencia con la que otros turistas, cámaras en mano, correteaban también entre cajas y más cajas de pescado, esquivando los pequeños vehículos que utilizan para el transporte de la mercancía e intentando no resbalar en el suelo mojado. Una vez alcanzado el objetivo principal, la subasta de pescado, el espectáculo estaba garantizado al poder disfrutar de las grandes piezas de atún que se exhibían para su compra.

Podremos darnos por satisfechos entonces, ya que el madrugón y la carrera parecían haber valido la pena, así que al menos el camino de vuelta metiéndonoslo con más calma, ¿no? Era momento de aprovechar para curiosear entre los distintos puestos del mercado, viendo las distintas especies capturadas, muchas de ellas similares a lo que ya conocemos, pero con sutiles diferencias. Apostaría a que hasta el pescado tiene los ojos rasgados… Algunos pescadores nos deleitaron también con su habilidad con el cuchillo a la hora de despiezar las capturas del día para dejarlas listas para que los múltiples propietarios de restaurantes que también pululaban por alli puedan llevárselo limpio para que sea degustado pocas horas después.

Tsukiji Market

Tsukiji Market: Artista del cuchillo trabajando

Degustando sushi en el Tsukiji Market

Tsukiji Market: Desayunando el mejor sushi del mundo!

Y no íbamos a desaprovechar una oportunidad única como la de un buen desayuno en uno de los pequeños locales de sushi de las cercanías del mercado donde por un precio más que razonable se puede disfrutar del mejor y más fresco sushi del mundo que, por extraño que parezca, entró en el estomago perfectamente regado un buen te verde, sobre todo a las 7 de la mañana. Siguiente parada: centro de Ginza. No os diré que después de todo el ajetreo de primera hora ir caminando hasta el centro de Ginza fuera la mejor de las ideas, pero a medida que nos acercábamos a la avenida principal,  el lujo se dejaba notar a cada esquina.

Ginza

Ginza: Llegando al centro del barrio

Ginza

Ginza: Una de las grandes avenidas

Ginza

Ginza: Edificio Fujiya

El paseo aun nos llevaría un buen rato, y aunque aun era muy temprano, llevábamos tantas horas despiertos (y aún habíamos aterrizado el día anterior) que hubo que tomárselo con calma para ir asimilando todo lo que nos entraba por los ojos. Una vez alcanzamos el centro, y dado que algunos de los sitios que queríamos visitar aún no estaban abiertos, ¿Porque no volver a desayunar? Esta vez un buen café por favor, que las buenas costumbres no se deben perder. Una céntrica cafetería con vistas al principal cruce donde convergen las grandes avenidas del barrio fue nuestra siguiente parada. Una vez repostado era el momento de ponerse de nuevo en marcha.

Y es que la razón principal de pasear por aquí era admirar las grandes avenidas, ver las grandes pantallas que hay en cada intersección y por supuesto entrar en todas las grandes tiendas y áreas de exposición de las grandes marcas como Apple y Sony y poder meterle mano a sus nuevos aparatos. Otra visita que teníamos en lista era el edificio de la Nissan donde se las prometía interesante, pero se llevó el dudoso premio de decepción del día al encontrarnos una sala de exposiciones más pequeña y obsoleta que el concesionario de coches de mi barrio.

Además de eso, el paseo nos dejó momentos como entrevistas de la televisión japonesa en medio de la calle y por supuesto más y más edificios futuristas a cada esquina. De esta manera consumimos la mañana y con ella la visita a Ginza.

Ginza

Ginza: Periodismo a pie de calle

Ginza

Ginza: De camino al cole

Ginza

Ginza: Otro edificio curioso

Septiembre 2009

Tokyo, Japón